Notas a la escena de Ben-Hur

En este año se celebra medio siglo del estreno de Ben-Hur. La secuencia de la carrera, que apenas dura 11 minutos, tardó en realizarse más de un año, y para su rodaje se precisaron cinco semanas. Los 78 caballos procedían de Eslovenia y habían sido entrenados durante 4 meses por un experto. Finalmente se seleccionaron 18 caballos. Para esta escena el director, William Wyler quiso dar la mayor verosimilitud a esta escena, por lo que recurrió a Yakima Canutt, posiblemente uno de los especialistas más famosos de la historia del cine. En La diligencia, Canutt es el indio que salta de caballo en caballo hasta acabar debajo de las ruedas del vehículo. En 1958 ya estaba retirado, aunque volvió por el gusanillo del reto. Su hijo Joe dobló a Heston en los planos más peligrosos. Tanto Heston como Boyd habían rechazado usar especialistas, pero fueron obligados ante el peligro de algunas de las escenas.Por ejemplo, cuando la cuadriga de Judá salta por encima de un carro descuartizado, Joe Canutt perdió el control, se salió del vehículo y sólo se hizo un pequeño corte en el mentón: el momento fue utilizado para aumentar en pantalla la tensión. Como el filme se rodaba en 65 milímetros, las únicas tres cámaras que existían en ese formato en todo el mundo estaban en el circo. A Joe, pasado de velocidad, se le descontroló una cuadriga y arrolló una de las cámaras. Quedó destrozada, "Aún no sé cómo no me echaron allí mismo del rodaje", recordaría años después. De algunos de los carros sólo tiraban tres caballos para que las furgonetas con las cámaras pudieran pegarse a ellos;sólo tenían 23 segundos, tiempo en el que recorrían la longitud de la pista y conseguir primeros planos. Otro de los mejores trucos está en el atropello de un jinete por otra cuadriga: usaron un muñeco que justo antes de ser arrollado brinca asustado gracias a un muelle oculto.
Nunca ha habido tantos planos cortos en una secuencia de acción. Algunos de ellos a 30 centímetros. Wyler lo confirmó: "La carrera ha sido uno de los grandes logros del cine"
El reto había sido superado con creces.



La escena, que puedes visualizar íntegramente en cualquiera de los enlaces que te propongo a continuación, prescinde casi en su totalidad del empleo de música (de hecho no la requiere), excepto al final, donde funcionando como cliché instrumental, trompetas y tambores nos sitúan en la época y cultura en la que se desenvuelve la acción. Música de romanos.

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