Posted: 16 Dec 2009 10:49 PM PST
El Teatro Campos Elíseos de Bilbao -conocido popularmente como “la Bombonera de Bertendona”- es un edificio singular construido entre 1901 y 1902 por el arquitecto Alfredo Acebal y la intervención en la decoración de la fachada del vasco-francés Jean Baptiste Darroquy. Muestra muy relevante del Art Noveau blbaino (movimiento de escasa presencia en la capital vizcaina), con una fachada de las más interesantes de este movimiento artístico y considerada como “Bien de Interés Cultural”, nació como espacio inscrito en los desaparecidos jardines románticos de los Campos Elíseos y sufrió diversas reformas en 1920, 1943, 1980 y 1994. En 2002 el edificio fue sometido a un elaborado estudio para determinar el estado de conservación de su estructura interna. Con este punto de partida, el Ayuntamiento de Bilbao puso en marcha un plan de rehabilitación integral que renovará no sólo su aspecto, sino también la propuesta escénica, queriendo convertirse en un punto de referencia como centro de vanguardia para artes escénicas y nuevas tecnologías. En este proyecto interviene de manera decisiva la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), que firma un convenio con el consistorio bilbaino por el que asume la gestión y explotación del proyecto en un plazo de 30 años a cambio de una aportación económica periódica al ayuntamiento en forma de canon anual.
Con esta nueva propuesta llegará en breve la inauguración del teatro (prevista inicialmente para el 28 de enero, aunque según nos han comunicado en las últimas horas, no podrá celebrarse en esta fecha ya que no se han concluido los últimos detalles de la reforma), en forma de concierto, para la que se ha escogido un programa de música de compositores vascos que -encabezados por el más internacional de los nacidos en el siglo XX, Luis de Pablo- recorrerá una producción que comienza muy acertadamente por la perspectiva clásica de Juan Crisóstomo Arriaga -dicho sea de paso, uno de los más grandes autores peninsulares-, pasa por la llamada Generación del 51 -con Carmelo A. Bernaola y el citado Luis de Pablo-, para llegar a la representación más joven de la creación encarnada en Joseba Torre y Gabriel Erkoreka.
Bajo la dirección de José Ramón Encinar, la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS), interpretará Intermedio de Kiu de Luis de Pablo -que servirá también como aportación bilbaina a la serie de homenajes al compositor por su 80 aniversario-, Fuegos de Erkoreka, Rondó, de Bernaola, la obertura de Los esclavos felices, además de un encargo para la ocasión a Joseba Torre.
Pero la nueva propuesta del teatro no queda circunscrita a su función principal de ofrecer espectáculos. La reforma afecta a sus función social y cultural en el plano más profundo, convirtiendo el recinto escénico en un centro polivalente dedicado a presentar a las vanguardias musicales, teatrales y de la danza. La ampliación en superficie -que ha pasado de los 5.000 m2 originales a los 7.300 m2 que tiene después de la renovación- permitirá aumentar a siete plantas el recinto y una capacidad máxima variable que podrá convertir sus 800 butacas en un aforo para 1.500 personas, que se activa mediante un sistema mecánico robotizado de plataformas móviles que permite el plegado de los asientos. Desde el punto de vista estético, se ha conservado su esencia original del siglo XIX en los detalles (como las barandillas talladas con motivos humanos, animales y vegetales de los palcos del anfiteatro), si bien el conjunto pretende una adaptación clara a nuestro tiempo y a las nuevas funciones que tendrá el teatro. La nueva “bombonera” dispondrá también de librería-biblioteca, servicio de cafetería y restauración, además de albergar la sede de la SGAE para la zona norte de España.
El Teatro Campos Elíseos de Bilbao -conocido popularmente como “la Bombonera de Bertendona”- es un edificio singular construido entre 1901 y 1902 por el arquitecto Alfredo Acebal y la intervención en la decoración de la fachada del vasco-francés Jean Baptiste Darroquy. Muestra muy relevante del Art Noveau blbaino (movimiento de escasa presencia en la capital vizcaina), con una fachada de las más interesantes de este movimiento artístico y considerada como “Bien de Interés Cultural”, nació como espacio inscrito en los desaparecidos jardines románticos de los Campos Elíseos y sufrió diversas reformas en 1920, 1943, 1980 y 1994. En 2002 el edificio fue sometido a un elaborado estudio para determinar el estado de conservación de su estructura interna. Con este punto de partida, el Ayuntamiento de Bilbao puso en marcha un plan de rehabilitación integral que renovará no sólo su aspecto, sino también la propuesta escénica, queriendo convertirse en un punto de referencia como centro de vanguardia para artes escénicas y nuevas tecnologías. En este proyecto interviene de manera decisiva la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), que firma un convenio con el consistorio bilbaino por el que asume la gestión y explotación del proyecto en un plazo de 30 años a cambio de una aportación económica periódica al ayuntamiento en forma de canon anual.
Con esta nueva propuesta llegará en breve la inauguración del teatro (prevista inicialmente para el 28 de enero, aunque según nos han comunicado en las últimas horas, no podrá celebrarse en esta fecha ya que no se han concluido los últimos detalles de la reforma), en forma de concierto, para la que se ha escogido un programa de música de compositores vascos que -encabezados por el más internacional de los nacidos en el siglo XX, Luis de Pablo- recorrerá una producción que comienza muy acertadamente por la perspectiva clásica de Juan Crisóstomo Arriaga -dicho sea de paso, uno de los más grandes autores peninsulares-, pasa por la llamada Generación del 51 -con Carmelo A. Bernaola y el citado Luis de Pablo-, para llegar a la representación más joven de la creación encarnada en Joseba Torre y Gabriel Erkoreka.
Bajo la dirección de José Ramón Encinar, la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS), interpretará Intermedio de Kiu de Luis de Pablo -que servirá también como aportación bilbaina a la serie de homenajes al compositor por su 80 aniversario-, Fuegos de Erkoreka, Rondó, de Bernaola, la obertura de Los esclavos felices, además de un encargo para la ocasión a Joseba Torre.
Pero la nueva propuesta del teatro no queda circunscrita a su función principal de ofrecer espectáculos. La reforma afecta a sus función social y cultural en el plano más profundo, convirtiendo el recinto escénico en un centro polivalente dedicado a presentar a las vanguardias musicales, teatrales y de la danza. La ampliación en superficie -que ha pasado de los 5.000 m2 originales a los 7.300 m2 que tiene después de la renovación- permitirá aumentar a siete plantas el recinto y una capacidad máxima variable que podrá convertir sus 800 butacas en un aforo para 1.500 personas, que se activa mediante un sistema mecánico robotizado de plataformas móviles que permite el plegado de los asientos. Desde el punto de vista estético, se ha conservado su esencia original del siglo XIX en los detalles (como las barandillas talladas con motivos humanos, animales y vegetales de los palcos del anfiteatro), si bien el conjunto pretende una adaptación clara a nuestro tiempo y a las nuevas funciones que tendrá el teatro. La nueva “bombonera” dispondrá también de librería-biblioteca, servicio de cafetería y restauración, además de albergar la sede de la SGAE para la zona norte de España.
Maqueta de la reforma
Desde la perspectiva artística y de producción, el nuevo centro pretende ofrecer una programación estable de teatro, música y danza contemporáneas durante al menos 170 días al año, lo que incluirá espectáculos de pequeño o medio formato, en los que coexistirá la producción propia con la coproducción. Así, el Teatro Campos Elíseos tiene la clara intención de servir como plataforma para la nueva creación, con atención especial a los autores vascos, sin olvidar la participación activa en programas de intercambio de creadores europeos e hispanoamericanos. Y también se preocupará por la creación y consolidación de nuevos públicos, articulándose para ello programas específicos dirigidos a la audiencia infantil y juvenil.
En definitiva, un ejemplo más del intenso proceso de reconversión de espacios que inexorablemente conducirá a la definitiva modernización de los espacios escénicos de nuestro país, una renovación necesaria que -al menos en las grandes ciudades- parece que ya es un hecho.
Referencias
Web del Ayuntamiento de Bilbao
Web de la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS)
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