En la conocida escena de las galeras de Ben-Hur (1959) de William Wyler, tenemos un perfecto ejemplo que nos ayuda a comprender algunos de los valores añadidos que aporta la música en el cine. En este caso la sincronización de la música con el movimiento de los "remeros" al toque de los golpes de los mazos, así como la puntuación que genera una mayor carga de dramatismo y esfuerzo sobrehumano.
En el proceso de preproducción del film, la MGM contactó con diversos expertos para el rodaje de esta escena. Uno de os responsables del diseño sugirió que era demasiado pesada, por lo que la "adelgazaron". Al botar la galera, un golpe de mar la hundió. En el tanque de miniaturas usaron colorante para recrear el azul del Mediterráneo. Pero el polvo no se mezcló con el agua sino que formó una costra en la superficie. Para horror de los productores, hubo que vaciar la gigantesca piscina y empezar desde cero.
Sea como sea, más de medio de siglo después, podemos asegurar que nos hallamos ante una escena antológica que forma parte ya del imaginario colectivo.
Koldo Ríos
enlaces a la escena:
http://www.megaupload.com/?d=F46NKDWE
http://www.megavideo.com/?d=F46NKDWE
He colgado la escena en youtube para facilitaros su visualización:
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